Recuperando los ensayos tras el parón estival, nos reencontramos con nuestros alter egos del universo Poe.
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Y la verdad es que las vacaciones parecen habernos sentado estupendamente a todo el elenco, por que esto cada vez tiene mejor pinta.
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Disfrutamos de una muy buena escena entre Nacho y Fernando (Edgar y Barbarroja, respectivamente) en la que ya se saboreaba la oscuridad y el espíritu onírico de la obra. Tanto el uno cómo el otro ya han logrado, a mí parecer, vencer la primera de las barreras a la hora de interpretar un personaje: hacerlo único, dotarlo de personalidad propia. Nacho se está empapando completamente de Edgar Allan Poe, y cada vez parece tenerlo más interiorizado. Es precisamente esta escena, una de las que más revelan el universo interior de su personaje, con lo que es especialmente importante que quién lo encarna esté a la altura, y Nacho definitivamente lo está (y subiendo!). En cuanto a Fernando, sólo una palabra: brillante. Y eso que el reto no era nada fácil...Un personaje que es tan distinto del actor que le da vida, que no queda otra que crearlo por completo. Fernando lo ha dotado de voz, actitud corporal, personalidad...Es cierto que le queda trabajo por delante, pero, desde luego, lo más difícil ya lo ha logrado.
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También presenciamos la primera escena, en la que Bego, que interpreta a la novia de Edgar, lo despide en el puerto desde el que iniciará su viaje. Cada vez se percibe más la química entre los actores, así como la atmósfera que rodea la escena. Y en este caso, es particularmente importante, ya que son ellos los encargados de romper el hielo e introducir al público en la historia. Me está gustando como ambos actores, conscientes de su responsabilidad, son capaces de dibujar los personajes desde las primeras réplicas de la obra, especialmente Bego, que se queda sin aliento nada más empezar!
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Por último, estuvimos Gloria, Julia y yo terminando de perfilar las últimas escenas de la obra, en el hospital dónde Edgar Allan Poe acaba sus días. Cada vez disfruto más esta escena. Es un placer trabajar con Gloria, con la que me encuentro muy cómodo en el escenario. Ya le ha pillado el punto a la enfermera que interpreta y hace que cada vez la escena sea más rica y redonda. En cuanto a Julia, cada vez tiene más controlado el papel de la tía Muddy. Estoy deseoso de verla interpretar el apoteósico final.
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Ya queda menos para el estreno!!
